¿Qué son los TCA?
Los TCA, o Trastornos de la Conducta Alimentaria, son trastornos psicológicos graves caracterizados por una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causa un deterioro significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial (APA, 2013).
Según el DSM-V, los TCA se clasifican en los siguientes tipos: pica, trastorno de rumiación, trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos, Anorexia Nerviosa (AN), Bulimia Nerviosa (BN) y Trastorno por Atracones.
La AN se caracteriza por una restricción de la ingesta energética que conduce a un peso corporal significativamente bajo en relación con la edad, el sexo, el curso de desarrollo y la salud física, un miedo intenso a engordar y una alteración en la percepción del propio peso y/o forma corporal. Existen principalmente dos tipos de AN: de tipo restrictivo (la pérdida de peso se debe a dietas, ayunos y/o ejercicio físico excesivo) y de tipo purgativo (existen episodios recurrentes de vómitos y/o atracones).
La BN se caracteriza por episodios recurrentes de atracones seguidos de comportamientos compensatorios inapropiados con el objetivo de evitar engordar (por ejemplo, vómitos autoprovocados, uso de laxantes/diuréticos, ayunos o ejercicio excesivo) y, además, la autoevaluación se ve influenciada por la forma y el peso corporal.
El Trastorno por Atracón se caracteriza por episodios recurrentes de atracones asociados a: comer mucho más rápido de lo normal, comer hasta sentirse desagradablemente lleno/a, comer grandes cantidades de alimentos aún cuando no se siente hambre física, comer a solas por la vergüenza que se siente al comer delante de los demás por la cantidad que se ingiere y, por último, sentimientos de culpa, vergüenza y/o tristeza tras el atracón.
En los últimos años, el interés por conocer la etiología de este tipo de trastornos ha ido en aumento, debido también al incremento de la prevalencia e incidencia de este tipo de patologías. En España, la prevalencia de TCA en mujeres de entre 12 a 21 años se sitúa en torno al 4.1-6.4%, mientras que en los varones es del 0.3%. Aún así, en los últimos años se está observando un incremento considerable de casos de TCA en hombres, casos que deben ser tenidos en cuenta de cara a futuras investigaciones.
El origen de los TCA es multifactorial, es decir, su desarrollo depende de la interacción entre varios factores, considerados de riesgo. Estos factores se dividen en: biológicos, psicológicos, familiares y socioculturales.
Dentro de los factores biológicos encontramos:
- La predisposición genética
- El sexo (las mujeres presentan mayor riesgo de desarrollar un TCA)
- La edad (la pubertad y/o la adolescencia son etapas críticas para el desarrollo de este tipo de patologías).
En cuanto a los factores psicológicos, destacan:
- El perfeccionismo,
- La impulsividad (especialmente en casos de BN),
- La rigidez cognitiva,
- La insatisfacción corporal y
- La baja autoestima, entre otros.
Desde hace varios años, el contexto familiar es tenido en cuenta a la hora de llevar a cabo evaluaciones e intervenciones terapéuticas, especialmente en casos de patologías alimentarias. Las dinámicas familiares pueden ser una de las causas y también mantenedoras de los trastornos alimentarios. Son varios investigadores los que señalan determinadas características familiares como factores de riesgo:
- Sobreprotección,
- Evitación del conflicto,
- Antecedentes de psicopatología,
- Dificultad en la expresión de emociones,
- Dificultades en la comunicación, límites porosos/difusos,
- Exigencia,
- Hostilidad, entre las más destacables.
Por último, dentro de los factores socioculturales, encontramos principalmente:
- La influencia de las redes sociales,
- La influencia de la publicidad y
- La influencia del grupo de iguales.
Los TCA generan un fuerte impacto en la salud de quien lo padece: pérdida del ciclo menstrual (amenorrea), anemia, hipercolesterolemia, deshidratación, desnutrición, estreñimiento, dolor abdominal, hipoestrogenismo, sequedad vaginal, osteoporosis, disminución de la masa muscular, caída del cabello, déficit vitamínico, bradicardia, hipotensión, deterioro dental, incluso la muerte.
Los TCA son trastornos mentales muy graves, que requieren una atención multidisciplinar. A pesar de que la población adolescente y joven son los que presentan mayor riesgo, cada vez más se observan casos en personas de mediana edad. Además, son cada vez más los hombres que desarrollan sintomatología alimentaria. Según revela la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el 70% de los adolescentes no se siente a gusto con su cuerpo, 6 de cada 10 chicas piensan que si estuvieran más delgadas serían más felices, y el 30% de las mismas refleja conductas alimentarias de riesgo.
No dejemos de lado los casos de obesidad y sobrepeso en la infancia: en un estudio llevado a cabo en España en el año 2012, el 6% de niños y adolescentes con sobrepeso y/o obesidad de entre 9-16 años fueron diagnosticados de Trastorno por Atracón (Fuente: Anales de Pediatría). Además, los casos de sobrepeso/obesidad en la infancia deben ser tenidos en cuenta de cara a la prevención de los TCA puesto que son muchas las personas que en la juventud o adultez presentan un TCA debido a un sobrepeso durante la infancia y/o adolescencia.
Los TCA, por tanto, son un problema de salud pública que deben ser investigados en profundidad con el objetivo de llevar a cabo programas de prevención y detección precoz.
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